A veces hemos escuchado de manera reiterada sobre el deseo de algunas personas de la siguiente ucronía: que hubiera pasado que el Imperio anglosajón hubiera conquistado el centro y el sur de América y no el Imperio español, esto casi como una especie de leyenda rosa, de que hubiéramos tenido un mejor progreso y desarrollo con los colonos protestantes que vinieron de Europa y no lo que somos hoy debido a los españoles.

Cuando los protestantes ingleses y demás protestantes no ingleses (germanos) se asentaron en la costas orientales del norte de América, no se pusieron analizar si los originarios de este nuevo mundo eran sus iguales o no, menos aún si tenían la condición de personas para ellos eso no estaba en discusión no tenían alma, los consideran como animales prescindibles, así que ocupaban las tierras porque no había individuos que reclamen su propiedad, peor aun cuando se independizan del imperio ingles su filosofía individualista y calvinista, y su acendrada idea de que cuando más exitoso sea estará más cerca de dios, una interpretación directa y personalísima de la biblia les permitió actuar sin escrúpulos para exterminar, saquear y robar las tierras de todas las tribus originarias, incluso cuando se anexó más de la mitad de territorio mexicano, quienes quedaron cómo población de habla española y religión católica, estos restos de la hispanidad fueron tratados de la misma manera, el católico para el protestante es como su peor enemigo a quien no se le puede reconocer ningún derecho, los EE.UU tuvo una política de Estado de exterminio propio de un genocidio.

En cambio, cuando el imperio español se posó por vez primera en las isla española (Haití y R Dominicana) y cuba, se encontraron que había una población originaria pero con pocos recursos que llevar a España, por lo que Cristóbal Colón, con una mentalidad mercantil, los convirtió en esclavos ante la protesta de los curas católicos, quienes planteaban que todos eran hijos de dios y por tanto vasallos de los reyes católicos, por lo que en península ibérica se generó un gran debate si los nativos de américa eran personas al igual que los españoles:

“Si bien al principio de la conquista hubo cierto debate teológico entre distintas facciones de la iglesia católica sobre si el indio tenía o no alma, dicho dilema quedó zanjado mediante la bula Sublimis Deus del papa Pablo III de 1537 que dictaminaba que los indios americanos eran seres humanos con alma, aunque “no estén en la fe de Jesucristo”. (1)

Sin negar que hubo víctimas en la conquista española y algunas iniciativas personales de algunos conquistadores, la política del imperio español impartida por la reina Isabel libro a toda la población del centro y del sur de américa del exterminio vía matanzas masivas como lo hicieron los colonos protestantes en el norte de américa y que siguieron haciéndolo después de su independencia y aquellos que escaparon al exterminio fueron confinados a una reserva india, porqué la ética protestante consistía en que ellos eran los elegidos por Dios para conquistar dichas tierras el resto sobraba por ello el genocidio de los originarios tenía legitimidad y fundamento religioso.

Cómo refiere Inés Melchor, en cambió en el resto de américa, muchos religiosos españoles lucharon por los nativos, como Toribio de Benavente, José de Acosta, Fray Bernardino de Sahagún -que recopilaron lenguas nativas en magníficas obras para que no se perdiesen-, o Juan de Zumárraga y Hernando de Luque, que fueron portadores del cargo de Protector de Indios -institución creada por iniciativa de Bartolomé de las Casas siendo él mismo el que ocupara por primera vez tal ministerio-, para proteger a los nativos jurídicamente y que pudiesen disfrutar de los mismos derechos que aquellos que sabían leer o ya conocían las leyes de la corona. Aproximadamente 200 idiomas autóctonos han llegado hasta nuestros días gracias a que se transcribieron en época del Virreinato.

Cuando los ingleses, ahora estadounidenses, según Luis Togores (2), comenzaron la conquista de América del norte la población nativa norteamericana se estimaba en torno a los 12 millones de personas. En 1900, Estados Unidos cerró sus fronteras como consecuencia de las guerras indias, ahora solo quedaban entre 300.000 y 250.000 indios norteamericanos. Las balas, la falta de alimentos y las enfermedades fueron exterminando a los indios norteamericanos a lo largo de siglo y medio. Estas guerras, asesinatos, deportaciones y todo tipo de violencias venían justificadas por el deseo de los blancos protestantes de llevar la civilización al interior de los Estados Unidos, conseguir nuevas tierras para el cultivo y el ganado o apoderarse de las tierras de caza de las naciones indias para poder obtener oro.

El exterminio del búfalo fue otra estrategia política para acabar con la población nativa, alentado por el Gobierno de EE. UU, los presidentes del partido demócrata fueron los políticos que mayor exterminio causaron con estas medidas, esto llevó al deterioro de las naciones de las grandes llanuras. Se calcula que entre 1872 y 1874 fueron aniquilados cuatro millones de búfalos. Al final de la década, los animales muertos llegaban a treinta millones, quedando menos de mil ejemplares sobrevivientes (3).

Hasta el día de hoy el mundo anglosajón se sigue pronunciando en contra del reconocimiento del derecho de las tribus que existen en América, como se comprueba en la Asamblea General de las Naciones Unidas cuando aprobó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas el 13 de septiembre de 2007 por 144 votos a favor, 11 abstenciones y 4 votos en contra (los de Australia, el Canadá, los Estados Unidos de América y Nueva Zelandia).

Así que debemos pensar bien antes de proponer tan alegremente que mejor nos hubieran conquistados los ingleses y estemos cuestionando de nuestro pasado español, es más probable que el centro y el sur de américa hubiera sido totalmente blanca y protestante y con restos de algunas tribus en la selva las demás poblaciones hubieran sido exterminadas.

Creo que estas propuestas de vueltas al pasado para cambiar su curso tiene mucho que ver con la subordinación cultural anglosajona que hoy en día la élite económica y académica del mundo hispano ayuda enquistar tanto en España como en los países del centro y sur de América, por tal razón como dice el historiador argentino Marcelo Gullo que desprendernos de esto nos puede llevar una vida pero es una tarea necesaria en la mente y en la acción de cada habitante de la hispanidad como un legado para generaciones venideras que sepan que tenemos una cultura propia y hay una necesidad impostergable de materializar una insubordinación fundante de nuestra cultura hispana como una tarea emancipadora y liberadora.

(1). - Melchor Herrera, Inés; La leyenda negra que atenta contra la hispanidad

(2). -. - Togores, Luis, De cómo los estadounidenses exterminaron a los indios de Norteamérica, Rev. Debate

https://www.eldebate.com/historia/20211015/estadounidenses-exterminaron-indios-norteamerica.html

(3). - Judith Nies: Native american history 1996, p.7