CAMBIANDO A LOS ALTOS FUNCIONARIOS DEL ESTADO
Una oportunidad para conocer cómo se mueven las empresas y los gremios frente a estos cambios.
CAMBIANDO A LOS ALTOS FUNCIONARIOS DEL ESTADO
Una oportunidad para conocer cómo se mueven las empresas y los gremios frente a estos cambios.
Mientras leíamos el interesante libro del sociólogo Francisco Durand: “Los Romero Fe, Fama y Fortuna”, pensábamos respecto a la noticia tan comentada: el cambio del Ministro de Economía. Estos cambios siempre han resultado ser asuntos donde convergen un sin número de especulaciones respecto al motivo o las razones que han derivado en su salida del gabinete, sin embargo nunca nos hemos preguntado en estos momentos si el nombrado recientemente ha sido designado realmente por el Presidente o en todo caso su nombramiento se debe más al contexto en como se viene manejando el modelo económico del país, por lo tanto su nombramiento más va depender de otras voluntades ajenas al poder oficial.
Pero al margen de todo, tampoco indagamos sobre los intereses que se mueven para que el nuevo Ministro de Economía sea nombrado y, por supuesto, para nada sobre los intereses que hay detrás de esa persona cuando ingresa al gabinete, es algo que hoy en día los medios de comunicación, con ciertas excepciones, orientan más la preocupación respecto a los intereses que los miembros del Congreso en forma independiente promueven al interior del Congreso, cuando lo interesante e importante sería que las luces estén enfocadas sobre aquella persona que decide sobre casi la totalidad del presupuesto público del país.
Desde la aparición de Javier Silva Ruete como Ministro de Economía en la segunda fase del gobierno de la fuerza armada en la década del setenta, tal vez sea la primera vez donde se le dio la debida importancia (por supuesto sin desmerecer a José María Quimper el mejor Ministro de Hacienda en el Siglo XIX) merecida por supuesto, sobre todo porqué en esa época había una voluntad de quienes detentaban el poder por desmontar las reformas realizadas por los militares primafásicos y caminar hacia otro modelo económico distinto al estatista, en esas épocas el mundo ya caminaba hacia una economía neoliberal.
La abrumadora deuda pública, la presión de los organismos como FMI y Banco Mundial, la recesión económica y las tensiones sociales obligaban a quienes detentaban el poder a realizar alianzas para sobrellevar la transición, pero estas deberían hacerse a escondidas o tras bambalinas, incluso sin que sean de manera explícitas, bastaban los gestos o nombrar personas vinculadas a dichos grupos en la administración pública, como una manera dar confianza a los nuevos dueños del poder económico que se había gestado luego del golpe de Velazco.
Por supuesto para eso sirvió el nombramiento como Ministro de Economía de Javier Silva Ruete, un tecnócrata con conocimiento de la economía internacional y de la confianza de los organismos internacionales, así como también un viejo amigo y compañero de carpeta del Jefe del grupo Romero, empresario en ascenso que había logrado sobrevivir a la poda del sistema oligárquico terrateniente que se imponía sobre el Estado antes del golpe del General Velazco, aunque muchos refieren que aquello era un mito, la mayoría de las haciendas modernas de la costa estaban en poder de empresas transnacionales.
Los nuevos gremios empresariales nacidos como producto de las reformas de Velazco, si bien existían en aquellas épocas, pero más actúan como un club de intereses personales que como una asociación gremial, los objetivos netamente sectoriales estaban muy lejanos, no estaban provistos de profesionales expertos que pudieran acompañar, organizar y fundamentar sus propuestas, las directivas gremiales de la época hacían gestiones en base a visitas con el objeto de arrancar alguna decisión a los funcionarios públicos de la época; como refiere Dionisio Romero en una confesión personal, lo que hacían era preparar unos memorandos los cuales eran entregados a las autoridades donde mostraban el interés por algún asunto, solamente tenían que esperar que la persona o funcionario vinculado a sus intereses tenga la suficiente maniobra para convencer al interior del Estado.
Esta relación no visible entre quienes detentan el poder y los gremios empresariales ha sido expuesta por Francisco Durand al relatar el ascenso y sucesión de los Romeros como grupo económico de indiscutible éxito, no solamente en el País sino también en el extranjero. No había forma de mantenerse vigente en una actividad económica con ciertos logros, si los miembros del grupo no se encontraban conectados a las esferas del poder, donde se establecían las políticas y las decisiones macroeconómicas, esto lo tenían bien entendido no solamente Dionisio Romero sino también los demás empresarios, por ello que los gremios después de lo ocurrido con el golpe de Velazco le dieron una vital importancia a las asociaciones gremiales, dejando de ser simples cascarones institucionales para convertirse en verdaderas organizaciones no gubernamentales durante los 365 días del año frente a la actividad regulatoria de la administración pública.
Una primera muestra de que los grandes empresarios aprendieron del esquema de como influir en las decisiones del Estado es a través de los profesionales vinculados a los temas económicos, la inversión en educar, preparar y entrenar a sus altos funcionarios en sus empresas, nació primero como una idea de que los miembros de la familia deberían educarse en las mejores universidades del mundo, pero esto no bastaba, había que cubrir puestos de las diversas gerencias dentro de sus empresas, empero debido al reducido número de los miembros de la familia no alcanzaba a cubrir, por consiguiente había que financiar la preparación de estos profesionales de probada lealtad y confianza al interior de sus empresas.
Con el mecanismo de la “silla giratoria”, estos profesionales educados y entrenados por las empresas de los grandes grupos económicos, estaban listos para ocupar cualquier puesto dentro de la administración pública, sobre todo los puestos vinculados a temas económicos o en todo caso las direcciones sectoriales. Como cándidamente lo dijo Dionisio Romero, cuando fue interrogado por una Comisión del Congreso frente a los actos de corrupción del gobierno fujimorista, los funcionarios de sus empresas habían sido solamente prestados para que laboren en el Ministerio de Economía, BCR o la Superintendencia de Banca y Seguros, etc., es decir prestaditos no más, como si la presencia en estas instituciones era un favor que le pedía el Estado y no al contrario para cuidar sus intereses frente regulaciones sorpresivas e invasivas.
Algo así como: hoy día estoy en una empresa importadora de cereales, mañana estoy en el Gabinete de Asesores del Ministerio de Economía preparando un Decreto Supremo que rebaja los aranceles de importación y pasado mañana volveré a mi puesto de trabajo en la actividad privada, como siempre ha ocurrido; un ejemplo de esto tenemos el caso emblemático del ex Ministro Bologna Bher, a su salida fue contratado por el grupo Romero para fusionar a la empresa Nicolini recién adquirida por su empresa estrella ALICORP, también el caso del ex Ministro Jorge Camet a su salida fue nombrado miembro del Directorio del Banco de Crédito del Perú y lo mantuvo a pesar del proceso de corrupción que pesaba sobre él, podemos seguir nombrando: Miguel Vega Alvear, Arturo Woodman, Benedicto Cigüeñas, Claudia Cooper, David Saettone (este funcionario fue el enlace para que Dionisio prestara el avión para la fuga de Montesinos a Panamá) etc. Como no recordar cuando se discutió la Ley de Bancos, esta fue redactada parcialmente por Sergio Málaga, funcionario del Banco de Crédito, cuando trabajaba en el MEF, es decir nadie se dormía en sus laureles y no esperaban con pasividad que la regulación los aplane. No debemos dejar de mencionar que el actual Ministro Alonso Segura para variar ha sido parte del staff de funcionarios del Grupo Romero, que esto no nos extrañe.
EL otro mecanismo que se ha empleado es la creación de una ONG para la realización de estudios económicos, como fue y es el Instituto Peruano de Economía, el cual fue financiado y creado por el Grupo Romero, el Grupo Brescia y el Grupo Benavides de la Quintana y otros más, desde este Instituto han salido o han proveído a la mayoría de funcionarios que han ocupan los puestos de decisión del Ministerio de Economía, el caso más importante es el Fritz Du Bois, Jefe de Gabinete de Asesores durante la gestión de Jorge Camet, Baca Campodónico quien llego hacer Ministro de Economía; con este mecanismo no hay necesidad de recurrir a memorandos, es suficiente que quien asume un puesto público sepa que al momento de regular o tomar una decisión económica debe razonar y pensar que no puede afectar los intereses de los privados, sobre todo de aquellos que posteriormente son su fuente de trabajo. Un caso que merece ser mencionado, cuando Jorge Camet dejo el MEF, Joy Way fue nombrado Ministro de Economía a pedido de Montesinos, lo primero que hizo fue sacar al Jefe de Gabinete y sus asesores, Dionisio Romero se quedó si sus operadores, en el video Montesinos-Romero, se muestra como este último se queja de la gestión de Joy Way y trata de persuadir a Montesinos para que Jorge Camet retorne al MEF, lo cual no pudo lograrlo, sin embargo a cambio de que Dionisio salga a la prensa y ataque públicamente al Alcalde Andrade (además de obtener que sus funcionarios sean nombrados interventores judiciales de la pesquera Hayduk, dueños envueltos en un problema de narcotráfico) Joy Way fue reemplazado posteriormente por Carlos Boloña, hombre cercano a los Romero.
Pero algunos gremios y las empresas no solamente se han quedado con estos mecanismos, han pensado y logrado institucionalizar dentro de sus organizaciones gremiales y empresariales los famosos institutos de estudios económicos "in house", peros son pocos los casos, por nombrar el más importante y tal vez el único es el de la Cámara de Comercio de Lima o el de los Bancos : de Crédito del Perú, de BBVA o del Scotiabank, donde se elaboran estudios que son utilizados por las empresas para tomar decisiones en el día a día, y los gremios para fundamentar y sustentar sus peticiones antes la autoridades, ya sea para evitar una decisión política o para cambiar una regulación que afecta a sus intereses. Es importante como la Cámara de Comercio ha puntualizado y publicitado ante cada uno de sus agremiados los problemas regulatorios comunes por resolver y el estado de avance sobre los mismos.
Todo este sistema de influenciar en las decisiones estatales, de una u otra manera se ha venido dando en todos los gobiernos de turno, dicha situación de colocar gente amiga en el MEF ha sido pan de cada día, siempre se ha asustado a todos los que llegaban al poder que no había que cambiar un ápice del modelo económico, por consiguiente los gobernantes de turno a pesar de haber asumido el poder con el voto de las mayorías alineadas al deseo de cambiar en algo el modelo económico, una vez en la Presidencia la presión de los poderes fácticos hacían de que cualquier cambio se convierta en una utopía, es más terminaban nombrando en puestos estratégicos de la administración públicas a personas ajenas a su agrupación política (se nombra y se mantiene a los mismos profesionales cercanos al modelo neoliberal) con el temor de no perder la confianza de dichos poderes fácticos que se muestran como guardianes de un modelo neoliberal que va por más de 24 años de existencia.
Como vemos, no estamos exponiendo una posición moralista sobre el tema, la cual requiere analizar en su contexto cada uno de las conductas que los funcionarios han realizado en su oportunidad y comprobar si actuaron de acuerdo a un determinado interés subalterno al margen del interés de la cosa pública; nosotros lo que hacemos con esto es poner sobre las mesa la descripción de como se ha venido manejando las decisiones políticas y económicas por parte de los poderes fácticos y como han reaccionado estos poderes fácticos a través de los gremios empresariales frente a las decisiones que los afectaba o los podría afectar en sus actividades económicas.
Son pocos los gremios y los grupos económicos que utilizan estos mecanismos para reducir el impacto que pueden sufrir frente a las decisiones políticas y económicas de parte de los grupos políticos que han copado el Estado de manera coyuntural, aún mantienen la vieja costumbre de que para hacer conocer su oposición a una decisión o traerse abajo una regulación, es suficiente hacer visitas personales y tertulias de las Directivas Gremiales con los funcionarios públicos para obtener resultados, craso error, como hemos dicho anteriormente se requiere un papel más proactivo y avasallador, elaborar e inundar de argumentos, hacerlos conocer por los medios de comunicación, el trabajo de jalar a la opinión pública respecto a que el interés de gremio empresarial también corresponde ser apoyado, porque este interés también forma parte del interés colectivo del país.
Por eso las acciones gremiales colectivas frente a las acciones individuales, se diferencias en que esta últimas buscan una relación privilegiada con los gobiernos para apoyarse en el Estado, por eso las acciones individuales son de desconfianza de la población, generalmente se hacen tras bambalinas, rehúyen la publicidad. Un ejemplo claro es la gestión de asignación de tierras en la selva que realizó el Grupo Romero ante Alan García, fue un interés individual gestionado bajo las sombras, gran diferencia con el caso de los gremios de transporte terrestre carretero cuando se impusieron sobre el Estado respecto al Impuesto Selectivo al Consumo, contrataron a la consultora Maximixe para demostrar con un estudio económico la voracidad fiscal del Estado, la cual no solamente afectaba el interés de los transportistas sino de todos los usuarios del país, esta gestión fue totalmente pública con la fuerza y con la razón.
Son cosas diferentes entre encimar al Estado para obtener de él beneficios tributarios o asignaciones de bienes públicos al margen de la política fiscal y económica establecida respecto a situaciones de inequidad tributaria impuestas a sectores económicos que por su desorganización o falta de respuesta política gremial no reaccionaron con prevención o prontitud frente a la capacidad regulatoria expropiatoria del Estado.
Hay una pésima costumbre en la mayoría de los empresarios de los gremios empresariales de esperar que otros hagan el gasto, como muchas veces las decisiones políticas por lo general son expresadas en regulaciones que al final cualquiera puede favorecerse con dicha decisión dentro del sector económico que se ha otorgado, al final los esfuerzos se van diluyendo, pocos quieren colaborar con la elaboración de los estudios económicos que permitan sustentar los argumentos a favor y desmerecer los argumentos en contra, pero aún hay una resistencia, diría una conducta informal, a reconocer que las instituciones deben vivir con el pago de las cuotas gremiales.
En el caso de los Gremios de Transporte Terrestre esto sigue siendo utópico, que bien sería que al menos se pudiera instalar un Comité totalmente financiado que se encargue con anticipación de analizar, investigar y elaborar los estudios económicos, jurídicos y políticos que se vinculan con cada uno de los asuntos que emergen en el sector y plantear las propuestas a las autoridades; sin embargo, hoy día tenemos que correr para solventar entre pocos los recursos económicos necesarios para financiar la elaboración de estos estudios.
Debemos asimilar que muchas veces no es suficiente tener la fuerza, es más importante tener la razón en la mano cuando nos enfrentamos a la autoridad frente a la solución de nuestros problemas sectoriales, pero mejor aún si esta razón la hacemos conocer a la opinión pública.
Qué bueno es soñar, pero esa es nuestra realidad y la realidad de todos en este país.