LA PARADOJA DE LA REGIONALIZACION EN EL PAIS Y EN ESPECIAL EN LA PROVINCIA DEL CALLAO
Para qué dos autoridades políticas sobre una misma jurisdicción territorial
El penoso accidente ocurrido hace dos meses en el distrito de Ventanilla, Región Callao, en la Av. Néstor Gambetta, con el saldo de nueve personas fallecidas y más de 15 heridas, al margen de lo aparatoso que ha sido el accidente, resalta aún más el manejo rapaz y gansteril que los medios de prensa vienen realizando de esta desgracia; por supuesto estos asuntos ponen en debate los varios problemas que aquejan al transporte y que es la tribuna para volver sobre ellos, por ser una de las muchas causas que convergen, que requieren solucionar como la única manera de lograr una reducción de la siniestralidad en el transporte y tránsito terrestre en el Perú.
Lo que llama la atención y nos escandaliza, el alto número de fallecidos en un solo accidente, sin embargo no debemos olvidar que en las vías de nuestro país mueren aproximadamente 9 personas diarias, de las cuales 2 de ellas en la carretera y 7 en las vías de la ciudad, de las cuales cinco mueren por día específicamente en la ciudad de Lima; por supuesto, la prensa sigue al escándalo y no al problema, tanto se ha insensibilizado con la muerte de una persona por accidente, esto no lo considera como un hecho relevante, simplemente pasa la noticia, pero si sumamos los muertos diarios, nos damos con la terrible noticia, que el tránsito en el Perú mata aproximadamente 3,500 personas al año.
Es natural que la opinión pública, azuzada por la prensa, requiera señalar un culpable del accidente de tránsito, es el momento oportuno que la desgracia le da a los medios de comunicación el poder mediático para presionar a la autoridad política de turno y ésta hace todo lo posible por esconderse o en todo caso triturar al chofer o al operador de transporte, pero da la casualidad que los errores que produce una mala gestionada regionalización en el aspecto regulatorio, no han logrado aún identificar a un solo responsable; en este caso todavía nos preguntamos quien puede ser el responsable, ha aparecido el Alcalde Ventanilla, el Alcalde de la Provincia del Callao, el Presidente Regional y la Superintendencia Nacional de Administración del Transporte de pasajeros y carga (SUTRAN).
La Regionalización como objetivo de descentralización en el Perú a través de convertir las jurisdicciones departamentales en regiones, nos damos con la ingrata sorpresa que los líderes políticos regionales (generalmente ocasionales) terminan por asumir que esta descentralización del poder significa una autonomía total del gobierno regional frente al gobierno nacional, tratan en lo posible de asumir una posición de autarquía, lo cual determina que las políticas nacionales sectoriales que deben ser respetadas por todos los ámbitos de gobiernos, solamente estén pintadas en la pared y que son de cumplimiento por aquellos operadores que están adscritos por residencia de operación en la ciudad de Lima.
Esta autarquía regional se viene sufriendo con mayor énfasis en materia de transporte terrestre automotor, en donde los gobiernos regionales han decidido emitir Ordenanzas que van en contra de la política nacional sectorial contenida en la Ley de Transporte y Tránsito Terrestre ( Ley No 271281) y el Reglamento Nacional de Administración de Transporte y el Reglamento Nacional de Tránsito ( D. S. 017-2009-MTC y D. S. No 16-2009-MTC)) este bloque legal contiene toda la política nacional sectorial en materia de transporte y Tránsito terrestre, la cual es obligatoria para todos los niveles de gobierno, obligados a emitir solamente normas complementarias, pero jamás crear normas autónomas que contradigan las políticas nacionales sectoriales.
Pero la debilidad institucional de país no permite que el gobierno nacional a través del Ministerio de Transporte pueda ni siquiera fiscalizar su propia regulación frente al operador informal, el cual tiene un crecimiento explosivo frente al transporte formal ( el cual solamente le queda refugiarse en determinados nichos del mercado y en las rutas que llegan a Lima, como una forma de no desaparecer) menos podrá enfrentar políticamente a las regiones para que cumplan con la regulación nacional, no hay liderazgo en el Ministerio de Transporte sobre las regiones para hacer cumplir sus políticas, es una gran pena para el país.
Pero el más grave de los errores en la gestión de la regionalización se da en el Callao, donde tenemos dos autoridades sobre una misma jurisdicción, lo cual no ocurre en ninguna región, incluso en la recientemente creada Región Lima, a partir de su bifurcación con la Región Lima-Provincias. La Provincia de Lima fue convertida en una región autónoma, donde el poder administrativo, económico y político se ha centralizado en Alcaldía Provincial, no se ha establecido un Presidente Regional distinto, lo cual consolida y respeta la lógica de gobernanza, a una sola jurisdicción territorial debe haber un sola autoridad política.
En cambio, en la Provincia del Callao esto no ocurre, esta jurisdicción territorial está compuesta de una sola provincia, por consiguiente quien debería ser responsable de lo que pase en este territorio es el Alcalde Provincial, sin embargo, los enjuagues políticos en el Congreso, para quedar bien con todos los actores políticos de turno de dicha región, sin pensar que al final van quedar mal con todo el país y su futuro, decidieron que sobre la jurisdicción de una Provincia exista un Presidente regional además del Alcalde Provincial.
Esto que se ha establecido a través de la Ley de Descentralización, no tiene ninguna lógica , por cuanto un gobierno nacional existe para arbitrar relaciones de gobierno o actividades económicas que exceden a las jurisdicciones regionales, de la misma manera un gobierno regional aparece cuando existen debajo de él más de una provincia y entre ellas existen relaciones de gobierno y gestión de actividades económicas que exceden sus jurisdicciones provinciales, lo mismo ocurre para los gobiernos provinciales locales , estos arbitran las relaciones y actividades económicas que exceden las jurisdicciones distritales.
Pero en el Callao esta lógica de gobernanza regional no existe, los congresistas de turno de aquella época por ganarse los votos y favores del otrora vigoroso “Chim Pum Callao”, armaron un “Frankenstein Regional”, el Callao que ésta compuesto por una sola jurisdicción provincial hay un Presidente Regional que gobierna y un Alcalde provincial que también gobierna la misma jurisdicción territorial; por supuesto, anteriormente esto no ha tenido objeciones en la práctica, la razón, había un partido político regional que había copado todos los niveles de gobierno de la Provincia. Sin embargo, a partir de que dicho partido regional se ha fracturado en estos últimos tiempos, con el escándalo de las escuchas ilegales y los proveedores fantasmas en las obras emblemáticas de la provincia, el problema se hace evidente, es imposible que pueda existir un Presidente Regional gobernando una jurisdicción provincial, la cual tiene como cabeza de gobierno al Alcalde del Callao.
Que cosa podría arbitrar un Presidente Regional, si todas las relaciones de gobierno o actividades económicas que exceden a las jurisdicciones de los distritos del Callao tienen que ser arbitradas necesariamente por el Alcalde Provincial conforme manda la Ley Orgánica de Municipalidades, al final el Gobierno Regional del Callao se ha convertido en un simple manejador de un fondo de inversiones, a través del cual administra el apetitoso Canon del Puerto y Aeropuerto, el cual tranquilamente debiera ser administrado directamente por el Acalde Provincial, además con ello evitamos una duplicidad en burocracia, por cuanto el Presidente Regional y el Alcalde del Callao cada uno tiene una organización administrativa sobre una misma jurisdicción provincial.
Por tal razón, ante el accidente de tránsito de este Camión frigorífico de carga en la Provincia del Callao, nos encontramos con un gran problema para identificar a la autoridad que debe asumir la regulación y fiscalización de dichas actividades, si se hubiera consolidado el gobierno municipal y el gobierno regional en una sola autoridad (como en la Región Lima Metropolitana) no tendríamos dificultades de identificar a la autoridad política responsable, pero el Frankenstein regional del Callao existe, nadie asume su responsabilidad como tal.
No esperemos mantener este limbo de gobernanza en el tiempo, es necesario introducir una iniciativa en el Congreso de la República, mediante la cual se mantenga al Callao como una Región pero la cabeza de dicha región, al existir una sola jurisdicción territorial provincial, es el Alcalde del Callao quien debe asumir dicha función y con ello asumir la responsabilidad sobre la regulación y la fiscalización del transporte y tránsito en el jurisdicción de la Provincia del Callao.