Con sorpresa y extrañeza hemos tomado conocimiento del proyecto de ley No 3047/2013-CR, del Congresista Tomas Zamudio, de la bancada Gana Perú, abogado, representante por Arequipa, dicho proyecto tiene un solo artículo:

“Artículo único: Queda prohibida la circulación de camiones de más de 12 toneladas de masa máxima autorizada, estén o no cargados, los días laborables entre las 06.00 y las 23.00 horas y los días festivos en todas sus horas, dentro del perímetro y Área Metropolitana de Lima y Callao.

Quedan exceptuados de esta limitación los vehículos pertenecientes a los servicios municipales, siempre que estén en servicio.”

En un primer momento pensamos, como representante de Arequipa, con la aprobación de este proyecto intentaba destruir la economía de la ciudad de Lima, sin embargo, hemos revisado las cifras del movimiento camionero en realidad la carga de Lima a Provincias o viceversa representa el 80% del total, entonces no era una aspiración provinciana contra la capital, sino hay una intención con este proyecto de ley de destruir toda la economía del país.

Con esta propuesta el Congresista proponente demuestra que no tiene ninguna noción sobre economía, y su hoja de vida es el fiel reflejo de dicha carencia, su formación y práctica de abogado solamente lo ha llevado a ser un conciliador extrajudicial y algunos puestos de asesoría en la administración regional de Arequipa, ninguna actividad económica ha desarrollo ni como promotor ni como asesor, al final su ignorancia lo conduce más a dañar que a promocionar las actividades económicas.

Para su información Sr. Congresista, si revisa el Anexo IV: Pesos y Medidas del D. S. No 058-2003-MTC, Reglamento Nacional de Vehículos, ninguna configuración vehicular de transporte de carga tiene un peso menor de 18 toneladas, por consiguiente su propuesta está prohibiendo la circulación de todo el parque automotor de camiones del país que circule por la Lima y Callao.

El Sr. Tomás Zamudio no es el único autor de iniciativas que dañan el transporte terrestre, más bien secunda en estos menesteres al Congresista Jesus Pánfilo Hurtado Zamudio, de la Bancada Fuerza Popular, quien presentó el 21 de octubre del 2013 el PROYECTO DE LEY N° 2800/2013-CR, el cual tiene como propósito prohibir la circulación de vehículos de más de 44 toneladas de carga y de más de 16.50 metros de largo.

Tampoco es necesario citar al diario La Primera, ni a RPP (que sesudo sustento, con Wikipedia lo pudo hacer mejor) que el transporte terrestre automotor genera en la población cuadros avanzados de estrés, los estudios existen al respecto; pero el transporte de carga no es el motivo principal de la congestión en la ciudad de Lima, sino la ausencia de sistemas de transporte masivos que reduzca el sobredimensionado del parque automotor del transporte público, vehículos de escasa ocupación, sino también se reduzca el crecimiento escandaloso del parque automotor de vehículos privados, en una ciudad carente de infraestructura para lidiar con el transporte privado.

Si paralizamos el transporte de carga por 17 horas diarias en la ciudad de Lima y las 24 horas en los días festivos, el beneficio para la población en materia de congestión será mínimo, los vehículos privados representan 1,800,000 frente a los escasos 100,000 vehículos de carga que circulan tangencialmente por Lima, por cuanto generalmente su destino son las provincias; por otro lado es bueno diferenciar el transporte de carga que se da dentro de la ciudad de Lima, el cual se encuentra actualmente regulado, de aquel transporte de carga que se da entre Lima y las provincias, paralizar este último es la intención del Congresista Tomás Zamudio.

El costo que representa paralizar 100,000 camiones para toda la economía del país puede resultar fatal, por cuanto toda la actividad del transporte de carga dinamiza a la Minería, la agro-exportación, la pesca, la industria, el comercio etc., estas actividades sin el transporte de carga automotor es imposible que puedan desarrollarse, requieren insumos del mercado y a la vez también trasladar sus productos al mercado nacional e internacional. Sin dejar de mencionar las actividades pecuarias tan sensibles sus productos a la demora del transporte, serían las primeras en arruinarse con esta prohibición.

El Congresista con la mínima superficialidad se quiere traer abajo la economía del todo el país, por cuanto desconoce que paralizar 17 horas diarias el transporte de carga, es prácticamente paralizar el Puerto del Callao y las actividades de carga en el aeropuerto Jorge Chávez (las únicas puertas de entradas al comercio con el mundo) el Congresista asume que los aviones pueden esperan 17 horas, que los barcos harán lo mismo pegados a muelle o anclados en la rada, que pasen las horas para cargar o descargar las mercancías (las espera de naves y aeronaves representan costos adicionales) el congresista asume que los productos de pan llevar también deben esperar que culmine los días festivos y las horas muertas de los días particulares para alimentar a la ciudad de Lima, o que la minería, el comercio o la industria también deben paralizar todas sus actividades por 17 horas todos los días.

Don Tomas Zamudio, en el proyecto muy orondo afirma que: “…no irroga gasto al erario nacional, pues no existe inversión que se tena que hacer que genere gastos al fisco, pues es aplicable a las relaciones de derecho público y privado tiene como objetivo reglar el tránsito vehicular de los camiones de carga pesada que superen las 12 toneladas siendo el beneficio es mayor y como tal no perjudica los activos del Estado.”

Por supuesto que ninguna iniciativa legislativa que regula las actividades económicas afectan directamente al erario nacional, esto lo hacen de manera indirecta, cuando las actividades económicas por la regulación se ven restringidas, la captación de IGV e Impuesto a la renta por el menor intercambio comercial afectará a los activos del Estado, por cuanto la recaudación es el mayor activo estatal, sin ésta no es posible que Estado pueda ejercer sus funciones constitucionales, especialmente la redistribución de la riqueza.

Si el Estado no puede desarrollar sus funciones por la baja recaudación, el beneficio no puede ser mayor, al contrario la población se verá perjudicada, al reducir la captación fiscal produce menos servicios públicos y no habrá posibilidad de redistribuir sobre los segmentos más necesitados, por una regulación ciega y absurda como es la restricción horaria sobre del transporte de carga, la cual es transversal a todas las demás actividades económicas.

Asumamos que esta iniciativa se haya presentado por la ignorancia y la superficialidad del Congresista, esperamos que la Comisión de Transporte por un tema de salud mental no la ponga ni siquiera a debate, aunque muchos nos van apostar cien a uno que el proyecto puede terminar en manos del Presidente para su firma, esperamos que esto no ocurra.